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El mundo a NOV14


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Hasta el momento llevamos casi el 8% del mundo!!! :D vamos por mas!

Colombia

A la altura de una campaña exitosa –Bogotá

Crecimiento, más seguridad, intensa vida cultural y el clima de rumba de siempre... La capital del país andino revalida sus credenciales de gran anfitrión

Por Teresa Bausili  | LA NACION 02-11-2014

BOGOTÁ.- Fue un éxito de esos que quedarán en los anales de las campañas de turismo. El eslogan Colombia, el único riesgo es que te quieras quedar se atrevió a jugar con una palabra tabú como riesgo, pero con un giro positivo. Es decir, habló sin vueltas de la inseguridad, para dejar en claro a los potenciales visitantes que Colombia ya no era peligrosa.

La Catedral, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad antigua. Foto: Fernando Dvoskin

Eso fue a comienzos de 2007 y la nación se sacudía las duras décadas de plomo de encima. Siete años después, los problemas de imagen no sólo quedaron atrás (el eslogan incluso se reemplazó por el más fresco Colombia es realismo mágico), sino que el país exhibe niveles récord de crecimiento económico. En 2013 incluso fue destacado por la Foreign Direct Investment Association como el segundo destino más atractivo del mundo para invertir, detrás de la ciudad inglesa de Birmingham.
Bogotá es la parada ineludible para apreciar la transformación que llegó de la mano del tándem seguridad + inversión. La ciudad que fue una de las más violentas de la región hoy es un despliegue de nuevos bares, shoppings, oficinas, tiendas de diseño, lofts reciclados, galerías de arte (incluso la plaza de toros La Santamaría acaba de ser reconvertida en espacio cultural), torres y más torres.
"Acá viven Shakira y Juanes", señala el chofer al pasar por Peñas Blancas, un complejo de departamentos estilo Miami que se alza en el barrio de Rosales, el del metro más caro de Bogotá, donde los edificios de ladrillos cuelgan de las montañas que marcan la geografía de la ciudad. "Es tan exclusivo que hasta tiene sala de estar para guardaespaldas", agrega el conductor, casi con orgullo.
Lógicamente, Rosales es estrato seis. Este curioso sistema de castas clasifica a la población colombiana según el lugar donde vive (para fijar tarifas diferenciadas en los servicios públicos), siendo el 5 y 6 el nivel socioeconómico más alto (concentrado en el norte de la ciudad), y el 1 y 2 el más bajo (zona sur).


Foto: Fernando Dvoskin

Estrato 6 también es la animada zona Rosa, corazón de la movida chic, de la rumba, de los centros comerciales y de las marcas de moda. Aquí conviven locales como La Madriguera del Conejo, una librería independiente con espacio para escritores anónimos, y Andrés Carne de Res, el famosísimo y loquísimo restaurante/discoteca donde los comensales -desde turistas hasta políticos y actrices- terminan bailando sobre las mesas. Abrió hace cuatro años en Bogotá (la sede original está en Chía, en las afueras de la ciudad) y no hay noche en que haya una mesa vacía. Y eso que tiene cuatro niveles: infierno, tierra, purgatorio y cielo.
Dentro de la zona Rosa está la zona T, un pasaje peatonal con forma de... T. Más adelante en el abecedario, la zona G (de gastronomía) reúne en un puñado de cuadras algunos de los mejores restaurantes de Bogotá: Astrid y Gastón, El Cielo (molecular), La Table de Michel (cocina francesa), La Famiglia (de sello italiano)...
Para comer bogotano-bogotano, eso sí, hay que ir a Club Colombia. No forma parte de ninguna zona (G o T), sino que el restaurante funciona en una casona antigua en el barrio de Chapineros. Se dice que allí sirven el mejor ajiaco (sopa a base de papa, maíz y pollo), y que también es el lugar ideal para tomar en copa la cerveza Club Colombia (creada en 1949 y elegida en 2008 como la mejor del mundo).

LA ZONA C

Con 8 millones de habitantes, la ciudad que los españoles fundaron a 2600 metros de altura, en la cordillera central del país, es inmensa. Y como cualquier gran ciudad, el tráfico suele ser endemoniado. Por eso rige el sistema de pico y placa, la restricción de circulación según la terminación de la patente. Y al transmilenio, elogiado como sistema de transporte modelo (se inauguró en 2000), los bogotanos lo llaman transmilleno: estos ómnibus articulados, con capacidad para 160 personas cada uno, cargan hasta 300 pasajeros en horas pico. Del subte no hay noticias: hace 60 años se viene anunciando su construcción, pero por ahora se reduce a eso, a un anuncio.
Así y todo, a Bogotá la llaman la Amsterdam latinoamericana por su extensa red de bicisendas, o ciclorrutas para los locales. Desde 1975, cada domingo, los ciclistas disfrutan del cierre temporal de carriles en las principales avenidas. Que aquí se llaman carreras, corren de norte a sur y están numeradas. También las calles, que corren de este a oeste, obedecen al mismo sistema cartesiano de numeración.

 
La Balsa Muisca, pieza estrella del Museo del Oro. Foto: Fernando Dvoskin

El barrio antiguo, La Candelaria (zona C), vendría a ser el único que tiene calles con nombre: calle de La Cajita de Agua (porque alguna vez allí funcionó una fuente), calle de la Agonía (debido a su empinada cuesta), calle de las Culebras (porque por allí cruzaban riachuelos y abundaban las víboras), calle de la Esperanza, de la Rosa, de la Parra...
El corazón de la vieja ciudad colonial es la plaza Bolívar, donde coinciden manifestaciones y protestas con heladeros, estudiantes, jugadores de ajedrez, enjambres de palomas, ¡llamas! y hasta vendedores de minutos: puestos callejeros que, por unos 20 centavos de dólar el minuto, alquilan sus celulares para hacer llamadas públicas. Cerca de la sede de la presidencia también hay policías y militares, porque están de custodia. Fuera de este dato, prácticamente no se ven miembros del ejército por las calles de la ciudad.
El edificio emblemático es la catedral, pero el nuevo Palacio de Justicia, en el costado derecho del templo, es un bloque moderno con una historia reciente que impacta: en 1985. guerrilleros del M-19 asaltaron los juzgados y tomaron cientos de rehenes. El posterior ataque del ejército dejó medio centenar de muertos (entre ellos, 11 magistrados), 11 desaparecidos y el edificio reducido a escombros.
A pocas cuadras, el Museo Botero (que funciona en una enorme casa colonial) exhibe la colección personal del artista colombiano Fernando Botero, que incluye obras de Renoir, Monet y Picasso, sin mencionar los cuerpos redondos del mismo Botero.

Foto: LA NACION 

Otro must see del centro histórico -y de todo Bogotá- es el Museo del Oro, que custodia la colección de orfebrería prehispánica más grande del mundo, y cuya restauración duró 10 años (reabrió en 2008). Una de las piezas estrella es La Balsa Muisca, una figura de 24 quilates que recrea el ritual de la leyenda de El Dorado. La Ofrenda es un salón circular donde justamente se puede experimentar, a través de efectos visuales y sonoros, esta ceremonia.

MÁS CERCA DE LAS ESTRELLAS

Toda ciudad de altura cuenta con un mirador. El de Bogotá se llama Monserrate (así, sin t y con e al final) y está a 3152 metros. Se suele subir en funicular, aunque hay quienes lo hacen a pie (una hora en promedio; el récord es de 18 minutos). En la cima, la basílica del Señor de Monserrate oficia misa diariamente y siempre esta concurridísima. Y en Semana Santa explota: el último Viernes Santo la visitaron 70 mil personas.
Desde lo alto del cerro se divisa el estadio Campín (donde juegan de local los dos equipos grandes, Millonarios y Santa Fe), los techos de tejas rojas de La Candelaria, el edificio más alto de la ciudad (el banco Colpatria, de 196 metros y 48 pisos, aunque la torre BD Bacatá, actualmente en construcción, le arrebatará el podio: tendrá 214 metros y 65 pisos) y el pulmón verde de la ciudad, el parque Simón Bolívar. Entre los puestos de artesanías y llamitas en miniatura no faltan los vendedores de hojas de coca, cuya infusión ayuda a paliar el mal de altura.
Pero los colombianos, rápidos en estrategias publicitarias, también lograron dar vuelta la percepción de una ciudad fría, lluviosa y sobre todo alta (2600 metros sobre el nivel del mar). Así acuñaron otro eslogan para la posteridad: Bogotá, 2600 metros más cerca de las estrellas.

DE LA SAL AL ORO, DOS VISITAS DE LEYENDA

Salir de Bogotá lleva su tiempo. Hay que sortear los atascos de mañana y las angostas rutas de montaña para llegar, 70 km al norte, al lugar más buscado durante siglos por los conquistadores. A 3000 metros de altura y encerrada en un cráter de montaña, la laguna de Guatavita despertó la fiebre de oro de los españoles, que impulsaron numerosas expediciones para encontrar el lugar de las riquezas sin fin. La leyenda de El Dorado se convirtió en realidad en 1537, cuando Gonzalo Jiménez de Quesada descubrió la laguna en cuyas aguas verdes, durante las ceremonias de entronización de los nuevos caciques, se arrojaban fabulosos tesoros.

La Laguna de Guatavita inspiró la leyenda de El Dorado. Foto: Fernando Dvoskin


Ni lerdos ni perezosos, los conquistadores enviaron a sus esclavos a bajar el nivel del agua a la gallega, con vasijas. Aunque parezca mentira, con este rudimentario método lograron que la laguna descendiera unos 3 metros, llevándose miles de kilos de oro. Cuarenta años más tarde, otro español, Antonio de Sepúlveda, se embarcó en la faraónica obra de cortar una gran muesca en el borde del lago (nuevamente, gracias a esclavos armados de picos y palas). Tras los españoles llegarían los ingleses y más tarde, los propios colombianos (el último intento de drenaje se hizo en 1912). Hace 20 años, los locales venían a lavar sus autos a la laguna y, de paso, traían un piquito para ver si encontraban algún tesoro.
Hoy, estas aguas y el bosque húmedo que la rodean son zona protegida, y parte de la "Reserva Forestal Protectora-Productora de la Laguna del Cacique Guatavita y Cuchilla de Peña Blanca". Un nombre largo para una reserva tan pequeña.

UNA DE SAL

Más allá de las arbitrariedades de los rankings, la Catedral de Sal (a 50 km de Bogotá e inaugurada en 1995) fue votada recientemente por los colombianos como la maravilla número 1 del país.
Tallada en el interior de una mina de sal de la localidad de Zipaquirá, a 180 metros bajo tierra, es mucho más que una catedral: es una ciudad subterránea que se va abriendo entre pasillos, túneles, socavones, imágenes y galerías.
La Catedral de Sal. Foto: Fernando Dvoskin
El paseo arranca con las 14 estaciones del Vía Crucis, todas de sal tallada y pulida, e iluminadas gracias a un juego de Leds en tonos azules. Suena la música sacra de fondo, cosa que cuando se llega hasta la gran nave central, de proporciones descomunales, es imposible no sobrecogerse. Eso sí: cualquier rastro de emoción desaparece al pasar por el gift shop o galería comercial, estratégicamente ubicada antes de la salida, donde se venden joyas con esmeraldas y recuerdos religiosos tallados en sal.

DATOS ÚTILES

Cómo llegar
LAN tiene 28 vuelos semanales a Bogotá: 14 vía Lima, 7 vía Santiago, 7 vía San Pablo, desde $ 7230; 0810-9999-526; www.lan.com

Dónde comer
Andrés Carne de Res: la especialidad son los platos al carbón, pero muchos van por el ambiente de fiesta, la decoración barroca
/kitsch y la buena música. Eso sí: el gasto promedio es de US$ 50 por persona; www.andrescarnederes.com
Nolita: abierto hace dos años, su cocina es mediterránea y su decoración remite a los años 50. Está en la zona Rosa; www.nolita.com.co
El Cielo: de cocina molecular y original de Medellín, acaba de abrir nueva sede en la zona G; www.elcielococinacreativa.com

Excursiones
Guatavita: son unas dos horas en auto desde Bogotá, y la entrada es de 14 mil pesos (unos US$ 7). Vale la pena detenerse en el pueblo de Guatavita, con casas blancas y techos de tejas, estilo andaluz. Fue reconstruido en 1967 luego de que la villa original quedara bajo las aguas del embalse de Tominé.
Catedral de Sal: abre todos los días, de 9 a 17.30; la entrada es de $ 23 mil (US$ 11). Se puede llegar desde Bogotá en el Tren de la Sabana, que es con vapor y tarda unas dos horas (el pasaje se compra en la misma estación, sale unos 20 dólares).

En Internet
www.colombia.travel


domingo

Bolivia 2013 =)

BS.AS.
Previa la semana santa, empezamos a buscar un destino para unas minis vacaciones en donde podamos descansar y pasear, buscando y leyendo opciones nos llamo la atención tomar como opción un lugar distinto. Hablando con conocidos que fueron a Bolivia nos llamo la atención el destino y así fue como empezamos a buscar información y nos decidimos conocer el país vecino. Bolivia 
Viaje a Jujuy
En la busqueda de como llegar a Bolivia, nos encontramos con pocas opciones desde las paginas de vuelos, y las opciones disponibles eran ilogicas. tomar escalas y pagar valores por destinos mucho más lejos que BO. Teniendo en cuenta nuestra busqueda, optamos por viajar a Jujuy y desde alli ir subiendo. 
Aerolineas AR llega a Jujuy y Salta
LAN solo a Salta
Andes a Salta y Jujuy
Una vez estando en Bolivia, nos dimos cuenta que nos buscamos muy bien por eso dejo las opciones de:
BAO. 
No la conozco pero escuche de ella una vez en Bolivia. Para vuelos domesticos.
Nosotros optamos por Aerolíneas AR, hasta Jujuy. Menos de dos horas de viaje, vuelo tranquilo y con buen servicio abordo. Salimos luego del mediodía, y por la tarde ya estábamos en Jujuy.
San Salvdor de Jujuy
Llegamos luego de casi dos horas de viaje. El aeropuerto es chico y bien mantenido. Esta situado cerca de la ciudad Perico, al costado de la ruta nacional 66 (auto via).
Para llegar a la ciudad de San Salvador vimos dos opciones: Ir en Taxi o Remis (se pueden juntar con viajeros del mismo vuelo) o se puede tomar una VAN (trafic) que los deja en la plaza Belgrano (centro), nosotros optamos por la VAN al ser la opción mas económica para nos. ($40ar cada uno.  $7.50us)
Ir a Jujuy en Semana Santa sin reserva previa de hotel no fue una buena idea, al momento de planificar pensamos que íbamos a encontrar habitación. La van nos dejo en la plaza del centro y allí (por suerte) se encontraba la casa de turismo de la provincia. Allí nos dieron un listado con todas las opciones de hoteles que tiene la ciudad, para nuestra mala suerte ellos nos confirmaron que no había mas habitaciones y nos quedaba como opción ir a San Pedro, una ciudad a unos 30kms de San Salvador. Al aclarar que nos interesaba solo pasar la noche ya que estabamos de paso, amablemente llamo a los lugares sin clasificacion hotelera, para nuestra suerte existia una opcion a unas 20 cuadras, justo en la esquina de la estacion de Bus, agradecimos la ayuda y encaramos a nuestra unica opcion de pasar la noche.
Ya era de noche, algo fresco, llegamos luego de unos 20min de caminata, pasamos por otros hoteles y por las dudas preguntábamos si tenían habitación (solo por saber) Si era verdad, estaba todo lleno   Llegamos al "hotel" justo! atrás nuestro llegaba dos parejas que venían desde BsAs también, pero en auto. La dueña del lugar recordó que habíamos llamada y confirmo que llegamos primero (por suerte). Residencia San Antonio - Lisandro de la Torre 993. Habitación sencilla, Una cucheta y una cama matrimonial, sin baño privado, con TV 14" c/CATV $130AR ($24,50us).
Por la noche (otoño) hacia un poco de frio (11°c) nos abrigamos y fuimos a comer a un restaurante recomendado en varios sitios de turismo, "La Viracocha". Está en Independencia Esq Lamadrid. Excelente! Promedio $100AR con Bebida ($18us).
A pocas cuadras está la plaza principal (donde nos dejo la VAN) caminamos por la plaza, pasamos por la catedral ya que había misa por Semana Santa, dimos un par de vueltas y volvimos al Hotel para descansar. 8AM sale el BUS a La Quiaca.
La Quiaca
Temprano nos levantamos para tomar un baño y salir hacia la estación de BUS (cruzando la calle) la noche anterior habíamos visto precios y horarios de salida, la opción que mas nos cerro fue BALUT, buenos buses, varias salidas en el día y con la opción de poder pagar con Tarjeta de Débito o Crédito. BUS cada uno $89 ($16.80us) Viaje normal, sin problemas. Aprovechamos para dormir un poco más. Desayuno, compramos en kiosko de la estación un jugo de frutas con galletitas $30ar.
BOLIVIA - Villazon.
Luego de 5hs aproximadamente llegamos a La Quiaca. Ciudad tranquila y sin movimiento (domingo) empezamos a caminar en sentido erróneo, hasta que pudimos encontrar a una abuela que nos oriento muy bien. A pocas cuadras (menos de 10) se encuentra el cruce fronterizo "LaQuiaca-Villazón".
Tramites: por un costado esta el acceso peatonal, existen 4 ventanillas las cuales estaban cerradas, veiamos pasar gente sin gestionar documentacion, no saiamos si a los fronterizos no es necesario gestionar tramites o bien no habia turno de tramites para gestionar el paso... Luego de unos 4 minutos mirando desconsertados, un agente de migracion Argentino nos tomo los DNI e hicieron los tramites... Listo para cruzar, debiamos hacer lo mismo del lado Boliviano... nos paso lo mismo, ventanas cerradas. Cruzamos el puente y del otro lado nos mandaron de nuevo hacia AR ya que nos debieron haber dado (por parte de Bolvia) un papel verde. Nos dieron el papel y volvimos a cruzar... Ya estamos en Bolvia! 
p.d. No omitir hacer el tramite, para evitar problemas o multas a la salida.
Apenas cruzamos el puente, nos encontramos con la feria de Villazon, la AV República Argentina (del lado AR AV Internacional). Unas 4 cuadras de negocios ambos lados de la avenida en donde se puede encontrar desde Hojas de Coca, cremas a base de Lechuga, Recuerdos de Bolivia, Cambio de divisas, TV LCD, Comida, etc etc 
Nuestro plan original era que Villazon sea una ciudad de transito. Siguiendo por la AV República Argentina (6 cuadras del paso fronterizo) está la estación de BUS. Averiguamos los horarios y costos para llegar a Uyuni. Fuimos a cambiar dinero (por bloqueo de cambio de dividas extranjeras por parte del estado nacional, el cambio en las casas de cambio no es ventajoso, ya que lo toman al valor del dolar ilegal) La Tasa de cambio que conseguimos (la mejor del viaje) fue $1AR = $0.78BO (Abril2013)
Los servicios a Uyuni (desde Villazón) son diarios dos veces por día 11m y 04pm.
Como aun teníamos tiempo hasta las 4 de la tarde, fuimos a comer a un local en frente de la estación, solo servían pollo broaster (en realidad era pollo tipo al spiedo) $15bo una presa con arroz y papas fritas. Pedimos un plato para compartir.
Faltando una hora antes de salir el bus, me empece a sentir mal (sebas) el pollo que habíamos almorzado lo sentía aun en mi boca, dolor fuerte de cabeza, nauseas, etc. Dos opciones... o el clásico mal de altura me afecto o bien me agarro un ataque al higado por el pollo y el litro de jugo que me tome en desayuno... 
Habiendo expulsado pollo, desayuno y bebida, nos vimos recomendado tomar el viaje a Uyuni, ya que es largo y rustico. Nos quedamos una noche para tomar energías. optamos por el hotel que está en frente de la plaza principal. Hostal Plaza. Buena Atención. Cama cómoda, TV por cable, Baño Privado, Agua Caliente central (no ducha eléctrica), desayuno. $130bo  
Mal de altura:  existe una pastilla para el mal de altura llamada "Sorojchi Pill". El blister tiene un costo de $35bo. Se toma una vez que se tiene los males estares por la altura.  No auto-medicarse, consultar con el farmacéutico. Eso hice. 
Gastos resumen del día:
- Quisco Desayuno (jugo vaggio 1l/Mana/galle) $30AR
- Pasajes SSJujuy a LaQuiaca- Balut $178AR
- Almuerzo Villazon (plato Pollo Arroz papafrita) $15BO
- Hojas de Coca (80g) $10BO
- Hotel Plaza c/baño Priv más desayuno - Villazón $135BO
- Galletitas Express (Cena) $10BO
- Blister Sorochi Pills (mal altura) $35BO
- Sprite (en hotel) 2lt   $12BO 


Fuente: http://www.viajeros.com/diarios/villazon/laquiaca-villazon#ixzz2cTGD38s8 

viernes

Montañita - Documentary Film Trailer

Uno de los mejores videos que refleja Montañita...  en Abril andamos por ahi!




Cevaz.-

domingo

sábado

36 hs. por la capital chilena



















Los caminos de Santiago

Un recorrido por la gran urbe trasandina, que se ha modernizado sin perder su identidad. Gastronomía de alto nivel, nuevos centros culturales y barrios con perfiles muy distintos son parte de un circuito que propone tomar decisiones.


SANTIAGO.- Merece una oportunidad la capital de Chile. Algunos la desairan con la excusa del smog y pasan de largo cuando se presenta como una escala en un viaje de vacaciones. Otros se quedan cerca (¡o dentro!) del hotel cuando llegan por trabajo, con la idea de aprovechar solamente las almohadas. Pero salir a caminar por Santiago es una experiencia cada vez más atractiva y completa. Sin perder su costado tradicional, es una ciudad modernizada, tal vez la capital del Cono Sur que más ha cambiado en los últimos diez años.

La gastronomía es uno de sus fuertes. Combina propuestas sofisticadas con otras populares, en barrios con perfiles muy definidos. La ciudad ha sumado espacios culturales de reciente inauguración, para completar su atrayente circuito de arte. Y siempre está la Cordillera, de fondo, que se luce cuando sale el sol.
Un recorrido de 36 horas puede llevar a los viajeros a enamorarse de la ciudad, o al menos reconciliarse. No es demasiado tiempo, por eso es importante tomar buenas decisiones.
Los caminos propuestos a continuación se pueden combinar de diferentes maneras. Es un recorrido con bifurcaciones, para elegir según los gustos personales o estados de ánimo; es una guía antojadiza para seguir a pie, aunque no necesariamente al pie de la letra.
1° DIA13.05
Barrio de moda 
Un buen punto de partida es Lastarria, barrio con aires bohemios, universitarios por todas partes y opciones muy variadas para comer. En un puñado de manzanas hay muestras de arte, ciclos de cine, librerías, negocios de diseño, monumentos históricos -como el convento La Merced y la iglesia de la Vera Cruz-, y construcciones de alto valor patrimonial, entre ellas, la casa Kulczewski, en la calle Estados Unidos; una mansión arbolada en Lastarria 333, y el ex Café El Biógrafo, en Lastarria y Villavicencio. Para llegar en subterráneo, la estación es Universidad Católica (www.metrosantiago.cl ).
13.45
Entre las propuestas culinarias del barrio se distingue Zabo (Lastarria 307), que ofrece comida japonesa, nikkei y peruana, con sushi (o suchi, como dicen en Santiago) de alto vuelo. Su Mulato Roll es tan bueno que rebautizaron así a la plaza junto al restaurante. El menú del mediodía, 5800 pesos.
Más tradicional es El Diablito (Merced 336), también en Lastarria, con guisos del día, tortillas, salpicones y carne a la diabla. De lunes a viernes, el menú del mediodía cuesta 5200 pesos.
15.15
Junto al restaurante Zabo se encuentra el Museo de Artes Visuales, con obras representativas de la plástica chilena desde los años 60. Antes de ir es útil consultar el calendario de exposiciones enwww.mavi.cl . Hasta el 30 del actual hay una muy interesante con pinturas aeropostales del artista Eugenio Dittborn.
Lastarria se ha jerarquizado con el Centro Cultural Gabriela Mistral, inaugurado en septiembre. El ex edificio Diego Portales, que fue sede del gobierno de facto, recuperó su esplendor fundacional y ofrece teatro, danza, música, artes visuales y salas de ensayo. Además de una programación destacada ( www.gam.cl ), las salas son de puertas abiertas, por eso la propuesta es mirar por ejemplo los ensayos. La plaza central está abierta hasta las 24.
16.15
Un paseo muy común, pero igualmente atractivo, es subir en funicular al cerro San Cristóbal. Hay una parada intermedia para visitar el Zoo. Desde Lastarria se llega a pie, y de la estación Baquedano del metro hay que ir al norte por Pío Nono (gran nombre de calle) hasta el castillo, donde está la boletería ($ 1750).
Una alternativa a los pies del cerro es La Chascona, casa-museo de Pablo Neruda (martes a domingo, de 10 a 18). El paseo es placentero y la colección sorprende. En Fernando Márquez de la Plata 192. Entrada general: $ 2500.
18.05
Sanhattan. Si al barrio de Ñuñoa lo llamaron Ñuñork en algún momento, por qué no pueden decirle Sanhattan a la espejada zona financiera de la ciudad, entre Providencia, Las Condes y Vitacura. Con elegantes restaurantes, calles impecables y hoteles lujosos, es también un buen paseo por amplias veredas. En metro, una opción es bajarse en El Golf.
Bellavista. Pío Nono es también uno de los ejes de Bellavista, de manera que al volver del cerro se puede recorrer este barrio especialmente colorido. A las joyerías de lapislázuli y casas antiguas convertidas en locales de artesanías se han sumado restaurantes sofisticados. Sus novedades están en calles como Constitución. Una buena librería es Qué Leo (en Patio Bellavista), aunque los precios asustan.
20.30
Opera (Merced 395) es, para los que se quedan por Lastarria o Bellas Artes, una refinada opción de comida francesa, con una de las mejores cartas de vinos. Cuesta unos $ 16.000 por persona. Más barato, o para beber algo después, está The Clinic (Monjitas 578), el bar de la revista satírica. Junto a Opera está Catedral, escenario de una nueva movida de cuecas que gana terreno entre jóvenes modernos.
Si el plan es quedarse a comer en Sanhattan, lo más chic está en los hoteles W y Ritz Carlton, con sus restaurantes Noso, del chef Jean Paul Bondoux, y Adra, de Tomás Oliviera. Una buena manera de continuar la noche en la zona es quedarse en la terraza del W para disfrutar ahí de buena música y mejor vista, o en su discoteca chic Whiskey Blue.
2° DIA9.30
Desayuno cívico 
El turismo se alejó un poco del Barrio Cívico, centro político y comercial, pero no por eso deja de ser un sector para conocer o volver a visitar. Antes del recorrido, quienes no desayunaron en el hotel pueden hacerlo en un pequeño bar llamado Primmo (Moneda 1412), donde la buena música -de jazz a rock alternativo- es especialidad de la casa, al igual que el café centromericano. Un cortado con dos medialunas -están de moda en Chile- cuesta 1500 pesos. Hay muy buenos jugos con jengibre.
9.55
Dos caras de la moneda

Quienes aprecian las bandas militares pueden ver el cambio de guardia del Palacio, que se realiza los días pares o impares, según el mes. Durante media hora, desde las 10 (puntual, claro), la música chilena se entremezcla con clásicos del continente, como Cielito lindo o La Flor de la Canela. También, alguna sorpresa; el día del funeral de Michael Jackson, por ejemplo, interpretaron We Are The World. La marcha es por las calles Zenteno, Morandé y Moneda, hasta la entrada del Palacio. La guardia se retira por Moneda, Teatinos y Nataniel, cruzando la Alameda, mientras los autos esperan y los turistas sacan fotos.
El Barrio Cívico se revitalizó con la apertura del Centro Cultural Palacio La Moneda, construido debajo de la sede de gobierno. El acceso es gratis hasta las 12. Tiene locales culturales -como la librería Metales Pesados, chiquita, pero rendidora-, muestras de arte y diseño (hay una muy linda con bordados de Violeta Parra), y exposiciones itinerantes, entre ellas Oro y Plata, el Resplandor de América, con colecciones de museos del continente (hasta el 28 de noviembre). Más, enwww.centroculturallamoneda.com
11.15
Paseo Ahumada 
La columna peatonal del centro cívico es el paseo Ahumada, donde se puede tomar otro cafecito en el tradicional Haití, con sus lustrabotas en la puerta y también suvenires, en un local a una cuadra; comer un pancho típico (completo) en un sitio histórico como El Rápido (Bandera 347), o mirar pinturas de artistas callejeros en la Plaza de Armas, antes de que lleguen los humoristas, que increíblemente atraen a cientos de curiosos (por las tardes los rodean). La Plaza de la Constitución y la calle Agustinas son parte amable del paseo.
12.05
Desde Plaza de Armas, por la calle Catedral se cruza el Paseo Puente hasta el Mercado Central, un buen sitio para los amantes de las ferias, siempre fotogénicas. Se destacan las pescaderías.
12.30
Almuerzo típico

Para almorzar en el mercado, las especialidades son el caldillo, el salmón, la centolla y el congrio. También hay pescado frito del día, a unos 4000 pesos por persona. Casi todos las marisquerías son de Augusto Vásquez, creador de Donde Augusto, el clásico del lugar. "No ofrecemos comida sofisticada, lo nuestro es del mar a la mesa", resume uno de sus hijos. En el lugar se filmó Amores de mercado, una novela exitosa hace diez años. El almuerzo está acompañado por boleros, que los músicos ofrecen entre los comensales.
Una opción más popular por la zona es La Piojera (Aillavilú 1030), donde se puede almorzar, aunque para muchos es sólo un sitio para beber. Está a 50 metros del mercado. Su plato más pedido es el pernil de cerdo con papas (550 pesos), y el trago por excelencia es el terremoto, compuesto por vino pipeño -un mosto blanco de la casa-, helado de piña y fernet (granadina o coñac, según el bar). Cuesta 1800 pesos en este gran salón para fumadores, donde no pueden entrar chicos, ya que el aire está viciado desde temprano.
14.15
Para los que disfrutaron de La Piojera, el Barrio Mapocho cuenta con otros bares populares en la zona (El Hoyo, por ejemplo), alrededor de la Estación Central. Lo bueno de conocer este barrio (mejor hacerlo de día) es que se disfruta también de hitos arquitectónicos, como la Estación Mapocho, que es un centro cultural ( www.estacionmapocho.cl ). Funciona en la vieja estación de ferrocarriles, distinguida por sus hierros tallados con estilo neoclásico. El tercer edificio, justamente diseñado por Gustave Eiffel, es la Estación Central, que cuenta con fierros franceses similares a los de la gran torre parisiense.
15.30
La zona comercial más exclusiva está en Vitacura, con la Av. Alonso de Córdoba como vía principal, verde y repleta de marcas carísimas. En metro, la estación más cercana es Escuela Militar (de ahí, ómnibus o taxi).
En subterráneo hasta la estación Quinta Normal se llega al novedoso Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Se puede acceder directamente desde los pasillos del metro. Inaugurado en enero, había cerrado sus puertas como consecuencia del terremoto, pero reabrió en agosto. Es un amplio y luminoso edificio con material que rescata la memoria chilena en relación con la última dictadura. Documentos, afiches, fotos y objetos se exhiben en salas y estaciones multimedia. Es de acceso libre.
Más, en www.museodelamemoria.cl
16.50
En Vitacura está también el Museo de la Moda, curioso espacio que recibe a los visitantes con autos antiguos clavados en la tierra. Hay prendas originales de Marilyn Monroe, Elvis Presley, Madonna y Michael Jackson. También objetos increíbles en vitrinas muy bien iluminadas, aunque con exceso de custodia: los recorridos son acompañados por guardias que parecen de la CIA. El museo también muestra la historia de Jorge Yarur, el dueño, y su familia. Está en la casa de su infancia. En Avda. Vitacura 4562; la entrada cuesta 3500 pesos.
Más, en www.museodelamoda.cl
18.05
Cerca del Museo de la Memoria está Brasil, otro de los barrios con aires universitarios. Tiene mucho movimiento después de las 17, en galpones devenidos centros culturales y bares cerveceros con música en vivo. Es también un barrio de construcciones clásicas, con calles restauradas que ofrecen una particular belleza a estas horas. La plaza Brasil es el epicentro del barrio. Enfrente está el galpón Víctor Jara ( www.fundacionvictorjara.cl ).
21.15
En un sector relajado de Bellavista (Puente Loreto) está el colorido restaurante El Toro (Loreto 33), para disfrutar de picadas y comida mediterránea. Tiene mesas en la vereda y una barra festiva (foto) para pasar un buen momento hasta tarde. Por 15.000 comen dos.
En Vitacura se distingue Europeo, uno de los principales restaurantes de Chile. Al mando del multipremiado chef Carlos Meyer, ofrece gastronomía francesa de nivel superlativo. El menú degustación cuesta 26.500 pesos. Av. Alonso de Córdoba 2417.
Por Martín Wain
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DATOS UTILESCómo llegar
  • LAN: opera hasta diez frecuencias diarias a Santiago. Tarifas: 199 dólares final, con impuestos incluidos. En premium business, desde 1435. Más, por el 0810-9999-LAN (526).
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  • Moneda: 500 pesos chilenos equivalen a 4 argentinos, aproximadamente (o US$ 1).